Plan de marketing
La evolución del pensamiento y acción de los seres humanos, tiene como una de sus principales características la organización.
En el transcurso de nuestro desarrollo cognitivo, tanto a nivel individual como social, hemos aprendido que si queremos alcanzar objetivos que nos brinden satisfacciones y beneficios, no podemos emprender nuestras acciones de forma improvisada y reaccionaria.
Planificar, es el mejor recurso o herramienta metodológica del que nos podemos valer para darle una estructura programática a nuestra vida; no quiere decir que la estemos haciendo perfecta, pero si le estaríamos restando posibilidades de ser un desastre.
Así mismo funciona el pensamiento empresarial. Elaborar un plan de marketing garantiza la permanencia en el tiempo; garantiza, que los embates del mercado serán repelidos oportuna y efectivamente; pero, sobre todo, nos dará una clara visión de qué queremos lograr y cómo lo vamos a hacer para que nuestro negocio sea exitoso.
Qué es un plan de marketing
Antes de adentrarnos en el tema empresarial, es necesario que manejemos el aspecto teórico central, es decir, la planificación.
Planificar consiste en establecer un método que te permita alcanzar los objetivos que te has propuesto, es decir, anticipar la acciones, elaborar una guía para que no te pierdas en el recorrido; significa que hay que pensar y luego actuar, evaluando todos los elementos que forman parte de nuestro entorno y de nuestras capacidades
En este sentido, un plan de marketing es una guía escrita, un documento, en el cual se plasma el análisis de las condiciones, tanto internas como externas, en la que se encuentra la empresa, los objetivos que justifican su existencia y la forma como ejecutará sus acciones para cumplirlos.
Una empresa nace de una idea que persigue fines económicos, a través del desarrollo de una actividad productiva o comercial de un bien o servicio, que sirve para satisfacer las necesidades de los individuos. Este propósito contiene suficientes razones para que se elabore un plan de acción que sirva de guía y, a la vez, que enmarque su imagen.
Se puede planificar de forma estratégica y de forma operativa. Lo estratégico es aquello que consigue resultados a mediano y largo plazo; lo operativo, es lo que se realiza día a día y de lo cual esperamos resultados inmediatos. Por lo tanto, la planificación tiene que ser necesariamente estratégica y operativa.
Para qué sirve un plan de marketing
Una vez que tienes claro qué es un plan de marketing, tienes que también saber para qué lo necesitas, por qué tu empresa necesita sistematizar sus estrategias de marketing:
- Para que te enfoques en objetivos concretos y la empresa no ande sin ningún tipo de dirección.
- Para que tengas precisión de a qué público vas a dirigir tus acciones y cuál es la necesidad que pretendes satisfacer.
- Para coordinar y equilibrar esfuerzos en la ejecución de las acciones programadas para conseguir cada objetivo.
- Para optimizar el manejo de los recursos disponibles, es decir, orientar el gasto del presupuesto en aquellas estrategias que funcionarán, dispararle al blanco y, saber, cuántos recursos realmente necesitas y, en qué lo vas a gastar.
- Para establecer tiempos de ejecución y de resultados. En el mundo de los negocios, no puedes pasar toda la vida realizando las mismas acciones y esperando los mismos resultados.
- Para que puedas modificar, mejorar y replantear en caso que sea necesario y consideres que algo no está funcionando bien. Recordemos que el mercado es muy dinámico, las demandas de las personas y la competencia son cada vez más exigentes.
- Para evaluar de manera global al término del año fiscal, qué se cumplió y qué no. Repasar en los puntos donde hubo fallas y donde hubo aciertos.
Cómo se hace un plan de marketing
1° Analiza cuáles son las condiciones actuales de tu empresa
Este análisis tiene dos vertientes: el interno y el externo. Ambos son igual de importantes.
- A nivel interno, se trata de observar y analizar cómo están funcionando todos los factores que intervienen en la productividad de la empresa, por ejemplo: el talento humano, los recursos financieros, los recursos materiales como maquinarias, tecnología, estructura organizativa, etc.
- A nivel externo, determinar qué factores que forman parte del entorno están influyendo en el desenvolvimiento de la empresa, por ejemplo: el comportamiento del mercado, la estabilidad política, el sistema financiero, etc.
La mejor herramienta metodológica que podemos usar para sistematizar toda la información que hemos recogido de este análisis, es el análisis DAFO, también conocido como matriz FODA: fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. Las fortalezas y debilidades, son los factores internos; las oportunidades y amenazas, son los factores externos.
Además de estos factores, se debe incluir en el análisis un elemento fundamental cómo lo es, el tipo de cliente indicado que sostiene e impulsa la empresa, es decir, el buyer persona que representa el sector del mercado al que se dirigen las estrategias de marketing.
2° Conoce el comportamiento de la competencia
Saber a quién o a quienes nos estamos enfrentando dentro del mercado, facilita que nuestro plan de marketing maneje información más precisa sobre todo aquello que debemos superar si queremos sobresalir.
La competencia es un factor externo que, dada su gran importancia, amerita que sea tratada de forma más exhaustiva y se le dedique un poco más de tiempo en el análisis.
Es algo así como cuando queremos conocer la vida de nuestros vecinos para ver con qué tipo de personas compartimos la calle o el piso. En este caso, debemos saber, por ejemplo:
- Con qué recursos cuentan; presupuesto, cantidad de trabajadores, volumen de negocio, etc.
- El precio que fijan a sus productos o servicios.
- Averigua de qué manera se introducen en el mercado. Es decir, cómo es el proceso de distribución de sus productos antes de llegar al cliente.
- Una información vital que debes conocer, es el tipo de comunicación que tiene con los clientes, es decir, cómo logran captar clientela; cuáles son sus estrategias de marketing. Si hacen uso de medios digitales, ya tienes bastante trabajo adelantado.
Siempre hay una manera de conseguir la información que queremos saber, como dicen, entre cielo y tierra no hay nada oculto.
3° Identifica los objetivos empresariales
¿Qué es lo que queremos lograr? ¿cuáles son nuestros propósitos? Las respuestas a estas preguntas son fundamentales para saber hasta dónde queremos llegar y, por supuesto, si tenemos las condiciones y contamos con los recursos para hacerlo.
Fijar objetivos es la clave que permite dirigir los esfuerzos hacia un solo norte; este elemento es vital y, por lo tanto, no puede ser descuidado.
Los objetivos tienen que ser realistas. No quieras llegar al espacio, sin contar con una nave espacial.
La dirección empresarial debe establecer objetivos que sean: específicos, medibles, que puedan realizarse, que realmente contribuyan a mejorar la imagen de la empresa y que puedan ser ejecutados en un lapso de tiempo establecido.
4° Plantea las estrategias de acción
Este paso se centra en el desarrollo del plan, dado que, se define la ruta y los medios para alcanzar los objetivos.
El plan puede que tenga objetivos claros, que conozca a su competencia y que identifique los factores internos y externos que determinan su realidad, pero, si no establece con certeza de qué manera se alcanzarán los objetivos las posibilidades de éxito estarán amenazadas.
Aquí, se deben plasmar las propias estrategias de marketing, es decir, las acciones concretas que se realizarán, de forma ordenada y clasificada. Por ejemplo, optar por aplicar las 4Ps del marketing mix es un buen recurso metodológico.
Enfocarnos en estrategias que se centren en el precio, producto, distribución y promoción, nos permitirá abarcar las variables más significativas del ámbito económico y, por supuesto, del comportamiento del mercado.
5° Evalúa la ejecución de las estrategias y el comportamiento de los factores internos y externos
Si algo tiene la planificación como herramienta metodológica en la que se apoyan las ciencias, es que no es un elemento estático que no pueda ser objeto de revisión, evaluación y cambios.
Todo cuanto sucede en el mundo empresarial, está sujeto a cambios por que la naturaleza del mercado es mantenerse en constante evolución y, a medida que esto sucede, las empresas se deben adaptar a esos cambios.
En la estructura organizativa de la empresa debe existir un equipo de trabajo que se encargue de evaluar y analizar periódicamente la ejecución del plan, en todas sus aristas, es decir, responder las siguientes interrogantes:
¿Los objetivos se están cumpliendo? Se sobrepasan las capacidades presupuestarias y logísticas de la empresa; o acaso se subestimó nuestra fuerza empresarial
¿Las acciones que fueron previstas para alcanzar los objetivos, se están realizando tal como fueron planteadas? O, sin darnos cuenta se están haciendo de manera diferente, ¿por qué lo hicimos? Si no se evalúa oportunamente, cómo se pueden corregir los errores.
Las estrategias que se estructuraron ¿están funcionando de forma conjunta? o, unas sí y otras no. ¿Debemos mejorarlas o cambiarlas?
Los recursos humanos, materiales y financieros disponibles para la ejecución del plan, están siendo utilizados conforme al presupuesto elaborado o, se están haciendo gastos imprevistos que alteran las finanzas de la empresa; el personal está realmente comprometido en alcanzar los objetivos o se muestran apáticos; qué es lo que está afectando la correcta ejecución presupuestaria.
Importancia del plan de marketing
Toda empresa debe contar con un plan de marketing porque es la mejor manera de definir todos los pasos que se deben seguir para alcanzar los objetivos.
Es una guía de acción que ayuda a la estructura organizativa de la empresa a tazar un camino y, a la vez, mantenerse caminando por el camino trazado, pero, en caso de que ese camino no sea el correcto, porque se han presentado muchos tropiezos o cambios en el entorno, también brinda los mecanismos para trazar un camino mejor que se adapte a las nuevas circunstancias.
Posicionarse en el mercado no es tarea fácil, por lo tanto, el plan estratégico te dará las herramientas para que captes más clientela, para que tu marca sobresalga, para que aumentes las ventas y, por supuesto, amplíes el margen de utilidad. En pocas palabras, todo se enfoca en la conquista del mercado.