Plan de ahorro

No es mucho lo que se tiene que decir respecto a la importancia de ahorrar, de hecho, la recomendación es hacer de la práctica, un hábito mensual ¿Cómo lograrlo? la respuesta puede estar en optar por un plan de ahorro.

¿Qué es un plan de ahorro?

Dentro de la amplia gama de productos financieros, uno de los más sencillos y de fácil contratación es un plan de ahorro; teniendo como premisa contribuir a planificar el hábito de ahorrar por lo que está destinado a aquellos ahorradores que desean automatizar el proceso sin preocuparse por fondos de inversión aun a expensas de menor rentabilidad.

La diferencia entre ahorrar de forma personal y un plan de ahorro, es que se pierde la aleatoriedad, puesto que el proceso está automatizado, obligado a hacerlo se quiera o no, puesto que son productos de inversión a largo plazo en los que el ahorrador, introduce aportaciones fijas que se sumarán a la rentabilidad generada en un periodo de 5 años. 

Tipos de planes de ahorro

De acuerdo al emisor y a la posible rentabilidad, se pueden diferenciar variedad de formas de planes de ahorro, siendo las más comunes:

Cuentas Individual de ahorro a Largo plazo (CIALP)

Se habla del producto financiero ofrecido por bancos o entidades en las que el interesado, efectuará las aportaciones que desee ahorrar, y que se sumarán a las ganancias generadas por las mismas.

Seguro Individual de Ahorro a Largo Plazo (SIALP)

A diferencia del plan de ahorro anterior, este es contratado por medio de una aseguradora, funcionando como un seguro de vida, caracterizándose por su mínimo riesgo y altas probabilidades de generar rentabilidad a largo plazo.

Características que definen a un plan de ahorro

Si bien cada entidad o aseguradora propone sus propias condiciones al momento de contratar un plan de ahorro, la mayoría de ellos comparte ciertas características, siendo las más destacadas las enunciadas a continuación:

  • Aplicación de una retención del 19% si la inversión no es mantenida durante los 5 años estipulados, pues de cumplirse quedará exenta de tributar en el IRPF.
  • Sin importar el tipo, solo podrá tener activo un único plan de ahorro.
  • La aportación anual para los Planes de Ahorro a Largo Plazo no pueden superar los 5.000 euros. 
  • La entidad o aseguradora, se compromete a devolver al menos el 85% del capital invertido, lo que reviste en la seguridad del capital.
  • Queda descartada la necesidad de vincular cuenta adicional para recibir los beneficios generados por la CIALP, pues ingresarán de manera automática a la estipulada en la contratación del producto. 
  • Cabe la posibilidad de incluir activos de riesgo sin perder el porcentaje de garantía de devolución antes mencionado.

Beneficios que supone un plan de ahorro

Decidirse por contratar un plan de ahorro como producto financiero trae consigo diversas ventajas, las más resaltantes son: 

  • Posibilidad de automatizar el ahorro sin complicaciones
  • Adquirir el compromiso de ahorrar, eliminando las excusas
  • Seguridad de al menos el 85% del capital invertido, minimizando el riesgo de perder dinero
  • Oportunidad de recuperar la inversión sin preocuparse por el pago de impuestos (condicionado a cumplir el plazo de los 5 años). 

Qué cuidados demanda la contratación de un plan de ahorro

Aunque evidentemente son muchos los beneficios, el producto financiero no está exento de presentar limitaciones, de las cuales la principal viene de la mano del límite máximo  de ahorro por ejercicio indistintamente que se trate de los SIALP o los CIALP; adicional a ello:

  • El beneficio de la fiscalidad demanda mantener la inversión al menos 5 años y solo es aplicado a los primeros 5.000 euros invertidos.
  • Rara vez superan la inflación, ya que sus comercializadores no se adentran a una renta variable debido a lo limitada de su rentabilidad.  
  • En caso de querer retirar el dinero aportado, tendrá que ser en su totalidad pues no permite un rescate parcial.