Mercados emergentes
En la actualidad, son muchos los países o economías que atraviesan una fase de transición que les lleva a consolidarse como desarrollados; estos, reciben el nombre de mercados emergentes, su potencial y ritmo de crecimiento sostenido es suficiente para estar en la mira de múltiples inversores.
¿Qué son en realidad los mercados emergentes?
Se denomina como mercado emergente a los países o economías que, debido a su sostenido ritmo de crecimiento, pueden convertirse en desarrollados a corto plazo; en palabras más simples, es el punto intermedio entre un país en vías de desarrollo y uno desarrollado.
Origen del concepto
Si bien existen dudas respecto al origen del concepto, lo que sí está claro es que su popularización coincide con la década de los 80, cuando el economista Antoine W. Van Agtmael – presidente del Banco Mundial para ese momento – lo empleaba al momento de referirse a ciertos países, entre ellos, Argentina, China, Brasil e India.
De acuerdo al funcionario, estos países compartían una característica en común, su rápido crecimiento económico respecto a las tasas que definían a las economías desarrolladas; del mismo modo, evidenciaban una industrialización e internacionalización progresiva.
A partir de entonces, se han adicionado distintas condiciones a cumplir para que una economía o país se considere como emergente, siendo la posesión de riqueza de materias primas y recursos, mínima estabilidad política, inversión extranjera de alto nivel y necesidades de infraestructuras las más destacadas.
Características de los mercados emergentes
Pese a la gran disparidad que existe entre las economías denominadas mercados emergentes – tales como, diferentes regímenes políticos, políticas económicas y situaciones geográficas opuestas – la denominación surge de ciertos rasgos clave que comparten, estos son:
Gran potencial de crecimiento
Por tendencia, en estos países o economías la industrialización progresiva repercute directamente en su crecimiento, ritmos que al resultar extremos, le abren paso al pesimismo, escenario que en la actualidad, vive Brasil.
Internacionalización de sus economías
Esta globalización es producto de dos factores, por un lado, el incremento de las exportaciones así como de la presencia de sus empresas en el exterior, y por el otro, el atractivo que despiertan como mercado destino para inversiones extranjeras.
Concentración masiva de población mundial
El desarrollo económico de los países o economías emergentes es producto del enorme potencial de consumo, convirtiéndolos en mercados gigantescos que despiertan la atención de empresarios e inversores alrededor del mundo.
Tendencia a la inestabilidad política
Por más que estos países se esfuercen en mantener su estabilidad política, el riesgo de sufrir un revés es bastante latente, a ello se le suman los que pueden tener que asumirse debido a la inseguridad jurídica.
Crecimiento en contextos de incertidumbre
Analizando las tasas de crecimiento de los mercados emergentes, es sencillo evidenciar que los picos elevados coinciden regularmente con contextos cíclicos e irregulares, aunque también pueden desencadenar desaceleración que despierta igual incertidumbre, lo que no sucede en mercados desarrollados donde la tendencia de crecimiento es media.
Indicadores de la política monetaria
Otro denominador común de los mercados emergentes es la forma en la que indicadores como la evolución del PIB, inflación y balanza de pagos repercute en el funcionamiento de su política monetaria.
Deficientes tasas de inversión industrial
Adicional a la volatilidad monetaria producto de la falta de liquidez en sus activos, las economías emergentes tienen que lidiar con otras trabas que frenan su avance, dos de ellas son la inestabilidad social y las bajas tasas de inversión industrial, las cuales en conjunto, impiden el funcionamiento normal de algunos sectores.
Falta de una clase media fuerte
La última característica común entre los mercados emergentes es la ausencia de una clase media fuerte, aspecto que incide no solo en la dificultad que supone para un crecimiento sostenido, sino también en la manera que favorece la inestabilidad política.
Ejemplos de mercado emergente
Hoy en día, resulta sencillo encontrar a lo largo del globo diversidad de países que reúnen las condiciones para recibir la denominación de mercado emergente; algunos de ellos son Chile, Argentina y Colombia dentro de América del Sur y Polonia, Filipinas, China, Egipto, Pakistán, Marruecos e Indias.
¿Por qué invertir en economías emergentes?
A pesar de sus diferentes limitantes, las economías emergentes muestran un gran potencial de crecimiento, asimismo, tienen a favor el incremento del consumo conforme al descenso de las rentas, favoreciendo su poder adquisitivo. Asimismo, el avance de en materia de desarrollo tecnológico e infraestructura se traduce a mejoras en la productividad.
El creciente nivel de internacionalización de sus economías desencadena tanto el alza de las exportaciones de sus empresas, como al mercado de inversiones extranjeras, sin aparar la elevada tasa de migración de población joven hacia áreas urbanas.
En este punto, merece la pena mencionar la probabilidad de que para 2030, la combinación de la fuerza de trabajo de África Subsahariana, China e India supere hasta cinco veces el tamaño de Europa y Estados Unidos.
Opciones de inversión en economías emergentes
Por tendencia, la fortaleza o debilidad de un país se mide en función del valor de su moneda respecto a las demás, haciendo lógico, el nivel de operatividad de divisas como el Dólar americano y el Euro; sin embargo, está comprobada la capacidad de generar importante beneficios de las monedas de economías emergentes
Aun con su menor liquidez, la volatilidad de estas monedas le permite a estos mercados figurar como alternativas de inversión viable, pues con la adecuada administración, brindan excelente rendimiento a corto plazo; muestra de ello, son el Peso argentino, la Lira de Turquía, el Real brasileño y el Yuan chino, países en exponencial crecimiento económico y/o industrial.
¿Cómo invertir en mercados emergentes?
Los fondos de inversión representan el canal más sencillo al momento de invertir en mercados emergentes; aunque existen otras opciones, los fondos cotizados en bolsa (ETFs), se mantienen como producto ideal, más allá de las acciones y otras alternativas más tradicionales.
Otras formas de inversión son los fondos indexados o hacerlo por medio de empresas de países desarrollados que tengan presencia en mercados emergentes; no está demás valorar la idea de invertir a través de la bolsa de Estados Unidos en acciones pertenecientes a estos mercados.
¿Qué riesgos supone invertir en mercados emergentes?
Quienes se deciden a invertir en mercados emergentes manejan la posibilidad de enfrentar una serie de riesgos; para empezar, devaluaciones de las monedas y ralentización del crecimiento económico a consecuencia de los altos índices de inflación que suele imperar en estos países.
Asimismo, los tipos de cambios de divisas pueden jugar en contra convirtiéndolos en malas, inversiones que a priori parecían buenas, o en su defecto, disminuir los posibles beneficios.
Si bien es posible que el precio de las acciones se mantenga, también que sufra considerables variaciones en periodos breves de tiempo, lo que se explica en el riesgo de liquidez de las bolsas, bajas tasas de inversión industrial y potencial inestabilidad social.