Libre competencia

En la actualidad vivimos en una sociedad de consumo donde las empresas luchan día a día por ganar más clientela y obtener un mejor posicionamiento en el mercado, haciendo uso de diversas estrategias y ofreciendo a los consumidores productos de mejores características, que les otorguen mayores ventajas competitivas. 

Pero esta posibilidad que pueden tener las empresas en el desarrollo de cualquier actividad productiva, sólo es factible en un sistema económico en el cual se prevea la libre competencia.

Pero este factor de la economía tiene su historia y sus particularidades, las cuales expondremos a continuación. 

Qué es la libre competencia

Partiendo del análisis del verbo competir, se debe entender como la lucha que se realiza entre dos o más personas por conseguir un mismo objetivo. La competencia, en el ámbito de la biología evolutiva, siempre ha estado presente en el comportamiento de los seres vivos, ya que ha sido un mecanismo que permite la supervivencia. 

En el caso específico de los seres humanos, la competencia también involucra otros aspectos sociales y personales como sobresalir, subir de escala, ganar prestigio.

Cuando hablamos de economía y de los agentes económicos, vemos que la competencia es un elemento que está muy presente en el desarrollo de las actividades productivas; la evolución y crecimiento de los mercados ha promovido la lucha por conquistar y sobresalir, siempre y cuando las condiciones sean favorables para hacerlo en libertad y respetando ciertas limitaciones de tipo jurídicas.

De manera que, la libre competencia es un principio de la economía que permite que empresas y personas, por iniciativa privada, puedan realizar actividades económicas como vender y comprar, basándose en las leyes de la oferta y la demanda como mecanismo de regulación de la dinámica del mercado, que lo mantienen en equilibrio.     

Esta misma libertad les permite a las empresas participar en el mercado cuando sus condiciones objetivas son favorables o ventajosas para encarar las condiciones de las demás empresas y, cuando no lo sean, idear estrategias para ponerse en el mismo nivel o en uno superior, como ofreciendo un producto de buena calidad a un mejor precio. Es decir, entrar y salir en el “juego” de conquista del mercado cuando así lo consideren.   

Por otra parte, en un sistema de libre competencia, los consumidores también tienen la potestad de elegir los bienes o servicios que mejor satisfagan sus necesidades; para esto, el mercado le ofrece distintas ofertas sobre las cuales podrá decidir.

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Características de la libre competencia

  1. Los agentes económicos (individuos y empresas), tienen la libertad de demandar y ofertar los bienes y servicios que se ajusten a sus necesidades y exigencias, sin imposiciones de ningún tipo por parte de un tercero.
  2. Las libertades que tiene una persona, deben respetar los derechos de los demás, ya sea si se trata de vender o comprar.
  3. Se rige por un marco jurídico que permite que tanto individuos como empresas tengan la posibilidad de ejercer sus derechos.
  4. Permite que el Estado intervenga en los siguientes aspectos:
  • Para vigilar el desenvolvimiento normal y ajustado a derecho de las leyes del mercado y de protección de la libre competencia
  • Para imponer castigos o sanciones, según lo establezcan las leyes, en caso de que se observen incumplimientos y faltas por parte de los agentes económicos.
  • Para proteger los derechos de los consumidores.   

Origen y desarrollo de la libre competencia

La libre competencia se remonta a los acontecimientos posteriores al surgimiento del sistema capitalista (siglo XVI), como modo de producción que sentaría las bases del desarrollo de las diferentes actividades económicas que se llevan a cabo en la sociedad.

Una vez que el proceso de industrialización se apodera de la sociedad, se perfila su crecimiento económico, pero a la vez, también se visualizan obstáculos que impiden su normal desarrollo.

Adam Smith, quien es considerado el padre de la economía liberal o liberalismo y los seguidores de esta doctrina, atribuían a las regulaciones y limitaciones por parte de las instituciones del Estado (Mercantilismo), el principal obstáculo para el crecimiento de la economía, ya que no permitía su buen desenvolvimiento.    

Por lo tanto, el Liberalismo considera que, en la economía de mercado, rectora del sistema capitalista, no deben existir tales obstáculos o interferencias, por el contrario, la existencia de la libre competencia es un eje motor para su funcionamiento.

Sin competencia no puede existir libre mercado. Es decir, sin la concurrencia de la oferta y la demanda, no existirán ni estímulos ni motivaciones en los consumidores y productores. Lo que puede explicarse de la siguiente manera:

  • A mayor demanda por parte de los consumidores, quienes producen los bienes y servicios, tendrán la motivación de invertir y mejorar.
  • Con mejores ofertas por parte de los productores, los precios se verán afectados.
  • La operatividad de las empresas se basa en obtener mayores beneficios, pero en un entorno de libre competencia.

 Otro factor contrario a la libre competencia, es el establecimiento de monopolios y oligopolios, debido a que los precios y la producción se ven afectados por los límites que estos sistemas imponen. 

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Diferentes enfoques liberales sobre la libre competencia

Enfoque de A. Smith o Liberal: El estado no debe intervenir de ninguna manera en los asuntos económicos, dado que, la dinámica del mercado sin restricciones ni regulaciones, tiene un funcionamiento perfecto.

Enfoque de David Ricardo: se centra en la libertad que debe existir para decidir, qué producir; partiendo de su idea de la ventaja competitiva, que consiste en que los países o naciones deben producir lo que mejor les resulta y que puedan ser capaces de exportar. Mientras que tienen que importar aquellos bienes que necesitan y que no están en capacidad de producir.

Enfoque de John M. Keynes: considera que la naturaleza de la economía de libre mercado la lleva a ser algo desestabilizada, por lo que, el Estado tiene la tarea de buscar los mecanismos para su estabilización.

Enfoque Marxista de la libre competencia

El marxismo establece que, en la sociedad capitalista, los dueños de capitales se enfrentan entre sí para obtener mayores beneficios de las actividades productivas explotadoras de la mano de obra. La competencia es por obtener mejores medios y métodos de producción, para reducir el uso de mano de obra y, por consiguiente, evitar la cancelación de salarios.

En esta pugna, las pequeñas empresas son las que se ven mayormente afectadas, porque la balanza competitiva siempre se inclina del lado de las más fuertes, lo que ocasiona que el capital se siga concentrando en pocas manos.

Según esta visión, en el sistema socialista, las empresas y los medios de producción serán propiedad pública, es decir, del Estado que gestionará su entrega a los trabajadores. La libre competencia se reducirá a producir solo lo que la población necesita, con precios ya fijados, lo que implica la uniformidad de los productos y servicios.

Países con economías de libre competencia

Los países desarrollados y la mayoría de los países en vías de desarrollo, apuestan por la libre competencia en los mercados, para que las empresas logren ser más competitivas y se adapten a las nuevas exigencias de los consumidores. Incluso, se llegan a equiparar los bienes nacionales a los importados, pero todo en el marco de una institucionalidad jurídica que establece reglas de juego claras y confiables.

Los países que tienen mayor libertad económica y, por ende, libre competencia, tienen ingresos per cápita mucho mayor, igualmente, el bienestar general se ve reflejado en factores como la salud, la educación, la conservación del medio ambiente, desarrollo tecnológico, entre otros.  Entre estos podemos mencionar: Nueva Zelanda, Suiza, Australia, Canadá, Emiratos Árabes, Irlanda, Chile, entre otros.

Existen opiniones tendientes a señalar que Estados Unidos, dejó de ser el paraíso de la libre competencia. Ejemplo de esta situación, es que, en una ciudad como Nueva York, solo existen dos proveedores de Internet, con precios casi similares y bastante altos (duopolios) en comparación con el mismo servicio que se ofrece en la Unión Europea; es decir, que solo puede elegir entre dos opciones, lo que indica que si existen barreras para la competencia.

Países con muchas limitaciones o sin acceso a la libre competencia

La realidad actual de la economía de muchos países que tienen amplias y marcadas regulaciones estatales a la libre competencia y a la libertad económica, es que son economías muy reprimidas y empobrecidas, como es el caso de Corea del Norte, Cuba, Venezuela.

La implantación en estos países del socialismo o comunismo como sistemas económicos, ha dado como resultado la desaparición casi por completo de la propiedad privada, por lo menos en el caso de Venezuela, donde aún sobreviven algunas empresas privadas que luchan por mantenerse a flote. Luego de tantas restricciones y regulaciones a la empresa privada, la mayoría terminó en bancarrota o emigrando a su lugar de origen. El Gobierno, además, quiso convertirse en empresario, expropiando, confiscando y creando empresas y, al día de hoy, ninguna se encuentra en funcionamiento o son un verdadero desastre. 

En el caso de Cuba, las empresas son propiedad del estado, por lo que son muy pocas y no ofrecen alternativas a la población. Por el contrario, la escasez es una de las principales características de esa economía.