Historia del Dinero

En la actualidad, el dinero sirve para comprar casi cualquier cosa, monedas, billetes y transacciones electrónicas, representan las principales maneras de gestionarlo; sin embargo, esto no siempre fue así, por lo que merece conocer la historia y evolución que el concepto tuvo que sufrir hasta llegar al que hoy en día se conoce. 

¿Cuál es el origen del dinero?

A día de hoy, se denomina dinero a cualquier objeto de valor aceptado para el pago de bienes, servicios, productos o deudas. En términos de utilización, la historia del dinero coincide con el año 2.500 a. C. cuando los metales preciosos eran utilizados por los mesopotámicos como forma de pago; pero no es sino entre el siglo VI y VII a. C. que se acuñan las primeras monedas.

Principales modelos

Remontándose a economías primitivas, la división del trabajo no era progresiva, lo que cambia en las sociedades más complejas donde los individuos necesitaban de otros para satisfacer sus necesidades, dando origen al sistema de trueque, mismo que evolucionaría hasta convertirse en lo que actualmente se conoce como dinero.

El problema, es que estas transacciones tienen demasiadas limitaciones al carecer de medidas estándar y estar sujeta a la coincidencia de deseos ¿Qué quiere decir esto? Cada quien le daba el valor al bien que poseía y se suscita el intercambio, cuando el vendedor y comprador, consideraban justo el intercambio. 

Concepto aristotélico

La primera concepción de la naturaleza del dinero coincide con el 350 a. C. cuando el Aristóteles expone su punto de vista respecto a los dos usos que puede tener un objeto; el filósofo contemplaba que el mismo, cumple por un lado el propósito para el que fue diseñado en principio y por el otro, adquiere carácter de vendible o intercambiable.

La teoría de Graeber

Muy contrario al concepto aristotélico, proponiendo un modelo que concibe al dinero como unidad de cuenta al momento de cancelar obligaciones no cuantificables, asumiendo que su creación tiene carácter de crédito, que luego evolucionaría hasta convertirse en un medio de intercambio y depósito de valor. ​

Economía del don

En este modelo económico, se plantea la redistribución de los objetos de valor en una comunidad, ya que los bienes y servicios son ofertados sin que existe un Do ut des, o lo que es igual, carecen de acuerdo que garantice una recompensa.

Las primeras formas de dinero

Las evidentes limitaciones del trueque, condujeron al uso de bienes que permitieran facilitar el intercambio, surgiendo así las primeras formas de dinero. Por desgracia, no existe una fecha exacta a la que se le acredite el surgimiento del concepto, las diferentes sociedades, se vieron obligadas a seleccionar metales como bienes para ser intercambiados. 

Sin embargo, al no estar acuñada – y debido a su peso o nivel de pureza – la circulación de los metales revistió en inconvenientes, propiciando el inicio del troquelamiento de las piezas, sin embargo, esto tampoco funcionó del todo, comenzando las primeras acuñaciones de moneda cerca del 600 a. C., 

El nacimiento de la moneda y el billete

Este evento se marca como el comienzo de la moneda, suscitando de forma independiente, en tres puntos del globo – China, India y Lidia. La incomodidad que revestía el peso de la moneda, desencadenó la necesidad de reemplazarlas por papel, se especula que el billete, es un invento derivado de los recibos emitidos por los orfebres europeos por las monedas fabricadas.  

No obstante, no es sino hasta 1170 cuando aparece el primer billete de banco en China, debido a la falta de cobre suficiente para acuñar monedas metálicas; más tarde, se evidenciaría su presencia en Europa, bajo la serie que emitiera el banco de Suecia, desencadenando un sistema que no tardaría demasiado en  hacerse habitual en el resto de los mercado, obteniendo el reconocimiento oficial en 1833.

Cambios que ha sufrido el dinero

Lo antes expuesto deja clara la evolución que ha sufrido el valor del dinero a través de los años desde los tiempos del patrón oro, primero con la iniciación de la fluctuación de divisas, para luego quedar sujeto al uso del sistema fiduciario que le deja su control y  emisión a los bancos centrales de cada nación y organismos supranacionales.

De ello se entiende que, a diferencia de los sistemas predecesores, el dinero actual carece de valor intrínseco, y respaldo algunos en términos de metales preciosos, descansado en su lugar, en la confianza y fe de los individuos que le aceptan como medio de pago. 

Dinero electrónico

Pero no es sino la llegada del dinero virtual – igualmente denominado efectivo electrónico, monedas digitales o e-money – que se evidencia un nuevo cambio importante en la concepción del dinero, dejando en el pasado los esquemas tradicionales, para emitir valores de forma totalmente electrónica.

Internet, sistemas de valores almacenados de forma digital, transferencias electrónicas, depósitos virtuales directos y el uso de redes de ordenadores, son algunas de las alternativas para realizar transacciones con dinero virtual, a los que se le suman las criptomonedas, sistema que nace con el propósito de reemplazar al dinero fiat.

Aplicaciones del dinero

Sea en efectivo, a través de transacciones o bajo lineamientos electrónicos, el dinero tiene una aplicación elemental, servir de plataforma intermediaria a la hora de intercambiar bienes y servicios; de ello se derivan las tres funciones clave que cumple dentro de cualquier sistema económico moderno:

• Medio de intercambio, evitando las limitaciones que suponía el sistema de trueque.
• Unidad de cuenta, al emplearse como medidor cuando se quiere comparar el valor de diferentes bienes, productos o servicios.
• Conservación de valor, en el supuesto de adquirirse con la idea de preservar el valor comercial de algún bien en miras de un intercambio a futuro.