Estructura del mercado
Las particularidades de cada mercado complican la posibilidad de agruparlos en categorías, sin embargo, comparten características en común que forman parte de su estructura y que le dan forma a los dos grandes tipos de mercados, los de competencia perfecta y los de competencia imperfecta.
¿Qué es la estructura del mercado?
Se refiere al conjunto de características que definen a los elementos que interactúen en el tranzado de cualquier producto, servicio o industria, es decir, las de los compradores o demandantes, vendedores u oferentes y su respectivo poder de negociación.
Es de la composición de su estructura, que se definen los principales tipos de mercados, pues analizando sus elementos, resulta más sencillo diferenciarlos.
Importancia de conocer la estructura del mercado
Su importancia se vincula a la capacidad de análisis que brinda respecto a las características que le definen, aspecto del que se valen los agentes económicos para delimitar las probabilidades de éxito que puede suponer su participación en un mercado en específico.
Factores que determinan el tipo de mercado
Diversos factores intervienen al momento de determinar si un mercado es de una clase u otra, entre los más relevantes se enumeran:
- El número de agentes económicos que forman parte de las actividades de mercadeo, tanto de compradores como de vendedores.
- La capacidad y el poder de negociación previo de cada participante con la posibilidad inclusive, de evidenciarse control por parte del estado.
- El producto vendido, valorando las diferencias existentes entre las opciones ofrecidas por las distintas empresas que conforman el mercado.
- La dificultad que se enfrentará para entrar al mercado, al igual que las barreras de salida.
Características de la estructura de mercado
La estructura de mercado se compone principalmente de la cantidad de compradores o consumidores, del número de vendedores que compiten y sus respectivas capacidades de negociación, el grado de diferenciación y la uniformidad de la mercancía, por lo que su rasgo distintivo es que determina el precio y la cantidad que se terminará tranzando.
Tipos de estructura del mercado
La interacción de los elementos antes mencionados es lo que permite la existencia de diferentes estructuras de mercados, siendo las más sobresalientes:
Estructura del mercado de competencia perfecta
A grandes rasgos, este tipo de estructura es aquella que cuenta con los niveles ideales de dinamismo, relación e interacción entre los elementos; esto obedece a la existencia de la ley de la oferta y la demanda que regula el mercado, eliminado la posibilidad de fallo al evidenciar una regulación perfecta de los precios.
El punto en contra de este tipo de estructura del mercado radica en que puede verse más como un modelo teórico que algo real, ya que demanda un nivel de perfección prácticamente inalcanzable.
Condiciones para una competencia perfecta
Estos son los elementos necesarios para propiciar el desarrollo de un mercado perfecto:
- Cantidad suficiente de productores y consumidores que deje sin acción la posibilidad de influenciar el precio del mercado para modificarlo.
- Autorregulación de los precios de acuerdo a la ley de la oferta y la demanda.
- Fuerte similitud entre el producto ofrecido por todos los productores, por ende disminución de marketing y publicidad que resalte las posibles diferencias.
- Limitadas barreras de entrada, o mejor aún, inexistentes a fin de promover la aparición de nuevas empresas.
- Información completa, accesible e igualitaria para todos.
Estructura del mercado de competencia imperfecta
A diferencia del modelo anterior, en la estructura del mercado de competencia imperfecta, la ausencia de competidores que sirvan de contrapeso limita las dinámicas dando paso a escenarios drásticos.
Monopolio
En este tipo de mercado imperfecto el productor tiene control casi absoluto en lo que concierne a la fijación del bien o servicio que ofrece; en otras palabras, dentro de un sector específico, existen varios compradores pero una única marca, dejando al consumidor o usuario limitado a esta.
Duopolio
Es el modelo caracterizado por una oferta centrada en dos marcas, dando lugar a la competencia entre ambas; ante la inexistencia de una tercera vía que rompa esta dualidad, por lo que para muchos la estructura es considerada solo una variante del monopolio.
Oligopolio
La figura de los conglomerados es lo que define a esta estructura, pues si bien los clientes tienen acceso a más alternativas respecto a los modelos anteriores, las limitaciones no dejan de ser problema, al evidenciarse un dominio por parte de las empresas que los conforman, superando el 40% del sector.
Monopsonio
Rompiendo el esquema de los anteriores escenarios, el poder se traslada al consumidor ya que existe un único comprador y muchos vendedores, razón por la que pocas marcas se aventuran a insistir demasiado, a menos que tengan la capacidad de generar una brecha en el propio mercado.
Mercado competitivo
En este particular, las cuotas específicas del mercado se reparten ante la limitada cantidad de empresas, por tendencia, luego de que las mismas acuerdan no invadir sus respectivos espacios comerciales.
Oligopsonio
Podría definirse como una estructura similar al monopsonio, aunque menos extrema, en la que se evidencia un gran número de vendedores y pocos compradores, en resumidas cuentas, representa para el monopsonio el equivalente del oligopolio respecto al monopolio.
Competencia monopolística
La última tipología corresponde a una estructura del mercado en la que no existe control alguno que regule la actuación de las diferentes empresas, aún ante una amplia variedad de productores.
Del mismo modo, se evidencian discrepancias entre los productos, abriendo la posibilidad de variar elementos, sin que ello implique que dejen de existir semejanzas claras que les hagan equiparables.