Dinero

A pesar de que el sistema financiero de cada país tiene su propia moneda oficial circulante, el dinero puede adquirir distintas categorías o tipos más allá de la simple clasificación de monedas, billetes y depósitos bancarios.

¿Qué es el dinero?

Se contrasta bajo el término a cualquier clase de activo o bien que de manera general, es aceptado por los agentes económicos como forma de pago al momento de realizar intercambios en simultáneo que desempeña la función de ser depósito de valor y unidad de cuenta. 

Características del dinero

La característica distintiva del dinero viene de la mano de su principal función, servir de intermediario directo en intercambios comerciales indistintamente, del tipo que sea; adicional a esta, el dinero posee otras particularidades que le permiten ser aceptado como medio de pago en general, esta son:

  • Es avalado o certificado por una entidad emisora por lo que solo se acepta si existen mecanismos de legitimidad y confianza.
  • Su curso legal es determinado por los gobiernos aunque sean los bancos centrales quienes se encarguen de su regulación y control.
  • Posibilidad de uso sin límite de tiempo o cantidad de veces.
  • Facilidad de transporte y guardado. 
  • Puede dividirse en unidades pequeñas.
  • Cuenta con un peso – exceptuando los de tipo virtual – y reviste mínimas molestias.

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Tipos de dinero

Partiendo del uso de diferentes objetos como dinero desde los inicios de la adopción del concepto, es fácil deducir la existencia de tres tipos fundamentales: las monedas metálicas, el billete o papel moneda y los depósitos bancarios. 

El primero se refiere a aquel acuñado por metales, el segundo al papel moneda de curso legal en función de cada país, y el tercero al que se encuentra depositado en instituciones bancarias en cuentas de ahorro, corriente o a plazos fijos.  

Dinero en efectivo y dinero bancario

Se conoce como dinero en efectivo al conjunto de monedas y billetes que mueve el público en general y que forma parte de una determinada economía, caso contrario al dinero bancario, el cual a su vez se divide en tres grandes tipos:

  • Depósito de ahorros: se habla del dinero que los usuarios reservan a su nombre en las entidades bancarias, y que pueden retirar en el momento que así lo dispongan.
  • Depósito a la vista: igualmente denominado depósito en cuenta corriente, es el dinero de disposición inmediata para gastar y/o comprar en cualquier lugar.
  • Depósito a plazo: como lo indica su nombre, es el dinero depositado en el que se fija un compromiso de retiro en un tiempo estipulado, quedando sin efecto retiro alguno, ya que en ese caso, se incurrirá en una penalidad monetaria.

Otras clases de dinero

Aunque el dinero fiduciario es el modelo monetario predominante en el mundo actual – sistema basado en la fe o confianza de la comunidad sin el respaldo de ninguna promesa de pago – hoy en día existen muchos otros tipos de dinero que no se veía en la antigüedad, tal es el caso del:

Dinero fiat

Mejor conocido como “dinero por decreto”, corresponde al tipo de dinero que carece de valor intrínseco, o lo que es igual, su valor está sujeto a la declaración del mismo por parte del Estado; para muestra el euro o el dólar, que adquieren diferentes valores en función del país en el que se pretenda transar con ellos.

Dinero electrónico

Recibiendo igualmente el nombre de efectivo electrónico, e-money, dinero o moneda digital y efectivo digital, es aquel emitido electrónicamente sea mediante:

  • Internet o sistemas de valores almacenados de forma digital
  • Utilización de redes de ordenadores
  • Medios  de pago digital 
  • Transferencias o depósitos electrónicos directos.

Dinero Cripto

Pese a ser un tipo de dinero digital, merece una designación independiente al referirse a las llamadas criptomonedas, sistema que nace con la idea de reemplazar al dinero fiat y que ha sido implementado en múltiples países alrededor del mundo.

Origen del dinero

Etimológicamente hablando, el término dinero proviene de la palabra “denarius” – nombre por el que se conocía a la moneda romana de plata con valor de diez ases – pero su verdadero origen viene dado por las grandes limitaciones que el trueque suponía para el desarrollo de los intercambios realizados durante las civilizaciones más antiguas.

Dinero de mercancía y primeras modelas de metal

Para el primer milenio antes de Cristo, empiezan a emplearse objetos o productos como forma de pago, surgiendo lo que hoy se conoce como dinero de mercancía, sistema que aunque menos limitado que el trueque, presentaba deficiencias, naciendo las monedas de metales y entrada la Edad Media, la aparición de lo que se consideraría el primer sistema bancario. 

Papel moneda y billete cambiario 

Más tarde llegaría el papel moneda, puesto que los metales depositados eran avalados por un documento que garantiza su devolución en una fecha pautada, mismo que se emplearía en transacciones comerciales, lo que no resultó por falta de un respaldo, obligando a los gobernantes a asumir la custodia, dando paso al banco central y el billete cambiario, sistema que se mantendría hasta mediados del siglo XX y se conoce como “Patrón del oro”.

Es Estados Unidos la primera nación en abandonar el sistema, creando el dinero fiduciario, el cual a diferencia del anterior, no se respalda en el oro sino en la confianza y legalidad otorgada por cada país.

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¿Cuáles son las funciones del dinero?

De lo antes mencionado, es sencillo entender que lo que hoy se denomina “dinero” parte de la idea del “trueque” o intercambio, por lo que su principal función es la de servir como medio de pago o cambio en diferentes tipos de transacciones.

Depósito de valor y unidad de cuenta

Asimismo, y debido a su estabilidad como método de intercambio a largo plazo, es posible convertirlo en un depósito de valor abriendo la posibilidad de invertir y consolidar proyectos con un capital que permanece inalterable aun con el pasar de los años.

Por otra parte, posibilita el comercio, los cálculos financieros y las transacciones, ya que al ser expresado en unidades, cumple la función de actuar como unidad de cuenta otorgándole valor a las cosas, en palabras más simples poniéndole precio a bienes, servicios y productos para luego servir de en el intercambio de los mismos.