Dinero Fiduciario

Igualmente conocido como dinero inorgánico, el dinero fiduciario carece de valor en sí mismo, su único respaldo es la confianza de la sociedad y la promesa de que el emisor responderá por el valor que representa. 

¿Qué es el dinero fiduciario?

En términos etimológico, el término se deriva de la palabra fiducĭa  que traducida del latín, significa “confianza” por lo que corresponde al tipo de dinero basado en la fe de una comunidad, o lo que es igual, carece de respaldo alguno o promesa de pago de una entidad emisora.

Es importante esclarecer que dicha fe o confianza, viene representado por el conjunto de riqueza aparente que presenta, no por el dinero emitido y validado por los gobiernos, el cual recibe el nombre de dinero fíat. 

En palabras más simples, el dinero fiduciario es el papel moneda o dinero inconvertible, aquel que se sustenta en la creencia general de que tiene valor, pues si bien su valoración está sujeta a la autoridad monetaria que la emite, su validez se vincula a la confianza entre quienes lo aceptan. 

Características del dinero fiduciario

De lo antes explicados, es sencillo deducir que el dinero fiduciario es:

  • Inconvertible, se sustenta en la creencia y confianza de la sociedad en la que circula.
  • Carente de valor intrínseco pues a diferencia del dinero real, no cuenta con el respaldo de metales preciosos.
  • Se establece como dinero por regulación gubernamental y su valoración depende de la autoridad monetaria emisora. 
  • Un objeto intrínsecamente inútil cuya finalidad es la de permitir el intercambio comercial.  

Ventajas e inconvenientes de este tipo de dinero

El mayor punto a favor del dinero fiduciario radica en el control que el Banco central puede ejercer sobre su valor, esto obedece a que no se trata de un recurso escaso, como los son los minerales preciosos; por otra parte, se disminuye el riesgo, pues es el Gobierno quien  regula y controla la oferta de la moneda.

¿Cómo pierde el dinero fiduciario su valor?

En líneas generales, la forma más común de que una moneda fiduciaria pierda su valor es que el gobierno emisor, o en su defecto, el banco central se niegue a garantizarlo o deje de tener la capacidad para hacerlo. 

Origen del dinero fiduciario

El origen del concepto, se remonta al siglo XI, específicamente en China, cuando se reemplaza el uso de monedas cuyo valor equivalía al peso del metal en que se imprimían,  por el papel moneda a través de los primeros billetes certificados, fenómeno que pasa a la historia bajo la denominación “patrón oro” debido a que el valor de dichos billetes, correspondía la cantidad del  metal depositada en los bancos. 

Más tarde, y de cara al fin de la segunda Guerra Mundial, el dólar norteamericano pasa a convertirse en referencia a nivel global, ya que su valor estaba respaldado por el oro de la nación, sistema que finaliza el 15 de agosto de 1971 con la cancelación de los Bretton Woods, en el que  se plasmaba el compromiso de pagar a los bancos 35 dólares por onza del metal. 

La principal repercusión de la eliminación del patrón del oro por el entonces presidente Richard Nixon, es el nacimiento del voluble y lucrativo mercado de divisas, dando inicio a la era de las monedas flotantes o dinero fiduciario.

¿Cómo y dónde se utiliza el dinero fiduciario?

Como se explicaba, el dinero fiduciario dentro de la  economía monetaria, carece de valor siendo un objeto o registro que sólo sirve de medio de pago; sin embargo, existen ciertos modelos económicos en los que su creación se hace de forma interna en sociedades que demandan la realización de intercambios factibles.

Ejemplos de dinero fiduciario

Las tarjetas de créditos, transferencias de dinero y pagares, son tres de los ejemplos más claros de dinero fiduciario, por lo que representa el tipo de dinero más utilizado y aceptado alrededor del mundo. Su compatibilidad con diferentes redes de pago, facilita las transacciones entre distintas divisas. 

Del mismo modo, es ejemplo de dinero fiduciario los préstamos personales emitidos por las entidades financieras, lo contrario a las criptomonedas, que si bien funcionan de manera parecida a este tipo de dinero, nada tienen que ver el uno con el otro.