Capitalización

Los recursos financieros que posee un individuo o empresa, no deben mantenerse estáticos o, podríamos decir, estancados; mucho menos en una economía sujeta a sufrir variaciones negativas que pueden alterar nuestro patrimonio que tanto nos ha costado levantar.

Existen formas de hacer crecer el capital, es decir, hacer que aumente de valor; nos referimos a la capitalización. No está mal querer tener más, porque esto causa una agradable sensación de seguridad financiera.

El esfuerzo, el trabajo, los sacrificios que hacemos para no gastar improvisadamente rinden sus frutos y eso, lo podemos palpar cuando hacemos un balance mensual de nuestras cuentas; pero si este comportamiento económico lo complementamos con la ejecución de técnicas o mecanismos que conlleven a proyectar un mayor crecimiento de nuestros activos, de nuestro capital, los resultados serán mucho más reconfortantes que conformarnos con lo que tenemos.

Las empresas necesitan capital para poder crecer o seguir creciendo, necesitan capitalizarse con frecuencia, sobre todo, las pequeñas y medianas compañías, lo que muchas se dificulta e incluso, se observan signos bastante visibles de descapitalización.

Qué es la capitalización

Tenemos un capital inicial que queremos que, en un periodo de tiempo establecido, aumente su valor, ¿cómo lo vamos a hacer?: proyectándolo, trazándonos una estrategia o plan para que en el futuro podamos ver que, efectivamente, aumentó, creció.

Vemos entonces que, capitalizar es idear a futuro el crecimiento de un capital inicial que dependerá del tipo de interés que se le imponga.

La capitalización es un proceso, un conjunto de acciones que se llevan a cabo, que proyectan la evolución de un determinado capital en un lapso de tiempo posterior que depende del tipo de interés que le sea impuesto.

El capital, no se puede quedar estancado, inmóvil, permanente, no. La naturaleza del capital es crecer, es evolucionar, valiéndose del proceso que implica la generación de interés. Es decir, si al día de hoy tenemos cierto capital, dentro de seis meses tendremos un porcentaje mayor, debido a que el interés que generó le suma valor.

Si observamos que nuestro capital está disminuyendo o presenta una tendencia a disminuir, debido a factores que pueden ser variados, como un bajo nivel de ventas, mayor número de competidores en el mercado, gastos imprevistos como la reparación de un equipo de uso vital que se averió o, peor aún, hubo que comprar uno nuevo, se debe crear más capital, es decir, convertir algo en capital: dinero, activos, inversiones.  

capitalizacion

De manera que, capitalizar es toda aquella acción dirigida a aumentar el capital de una empresa o cualquier otro ente, a fin de que incremente su valor. Por su parte, capitalización es el proceso que se elige para conseguir el objetivo de capitalizar.

El valor de una inversión inicial, una vez que transcurre el lapso de tiempo establecido, se espera que aumente en función del capital con que empezó y los intereses que fueron acordados que generaría; esto dependerá del proceso que caracterice el tipo de capitalización que sea aplicado. Al final, el valor de la inversión habrá variado.

Puede decirse, además, que la capitalización son las variadas maneras que existen de ahorrar lo que generará un capital.

Elementos que forman parte de la capitalización

Por ejemplo: tenemos un capital de 10.000 € que nos puede generar un 5% de crecimiento o ingresos anuales y se estableció 3 años como periodo de capitalización.  En un lapso de un año tendremos 10.500 €; pero en el lapso de 3 años establecidos, será un 15% más, es decir, aumentará a 11.500 €. 

Este es un hecho matemático real, al cual es necesario aplicarle una fórmula para regular el capital y el interés que generará, usando una nomenclatura, la cual  puede variar según la referencia bibliográfica, para identificar cada elemento que está presente en el proceso de capitalización:

 C0 = Capital inicial o capital en el año 0 ; algunos lo identifican CI= capital inicial)

Cn :  Capital en el año «n»  ; también se puede identificar CF= capital final)

i : Tipo de interés de la operación.

n : Número de años.

El ejemplo anterior sintetiza la manera cómo puede evolucionar el capital, lo que se refleja mediante un cálculo matemático. Capitalizar es aumentar, es hacer crecer el dinero y eso es justamente uno de los objetivos que persigue las finanzas de la empresa o las finanzas personales.

Tipos de capitalización

Capitalización simple: Se trata de una operación o relación proporcional que se establece entre el capital, el tiempo y los intereses. Es un método frecuentemente usado cuando se trata de periodos de tiempo que por lo general no son mayores a un año. Por lo que, los intereses que serán generados serán proporcionales al tiempo establecido y al capital inicial, lo que indica, que este tipo de capitalización no capitaliza los intereses que se generaron y tampoco, la reinversión de esos intereses será integrado al capital. Ejemplo:

Alguien tiene un capital inicial de 10.000 €, que invertirá por un periodo de 3 años, que espera que le genere un 3% de interés anual.

Cálculo matemático:

Serán 3 años, con un interés del 3%:  3 x 3 = 9%

Capital final = 10.000 x (1 + 0,09) = 10.900 €

Primero, no se acumularán los intereses; segundo, los intereses se retirarán al término de un año y, al siguiente comenzará nuevamente de cero.

Mientras que el interés anual se puede calcular de la siguiente manera:

Interés anual = 0,03 X 10.000 = 300 €

Por lo tanto, al multiplicar 300 € por los 3 años que se establecieron como tiempo de inversión, tenemos un capital final de 900 € que se calcula de la siguiente manera:

Capital final = 10.000 + (300 x 3) = 10.900 €

Capitalización compuesta: en este tipo de capitalización los intereses generados sí se acumulan al capital inicial durante el periodo que sea establecido, es decir, los intereses si son capitalizados. Por consiguiente, el periodo de tiempo de inversión debe ser mayor a un año, para que los intereses generen más intereses, lo que es la esencia de este tipo de capitalización, por lo cual el capital final será mayor, al contrario, de lo que sucede con la capitalización simple.  Ejemplo:

Alguien tiene un capital inicial de 10.000 €, que invertirá por un periodo de 3 años, que espera que le genere un 3% de interés anual.

Cálculo matemático:

Capital final = 10.000 x (1 + 0,03)³

Primero, se van a acumular intereses, cada año se sumarán los intereses generados, por lo tanto, no se iniciará una nueva cuenta; segundo, al término de un año el capital será mayor porque se suman varios periodos y el interés se genera de manera constante.

Capital final = 10.000 x 1,092727 = 10.927,27

También, se puede hacer de la siguiente manera

Año 1: 10.000 x 1,03 = 10.300 €

Año 2: 10.300 x 1,03 = 10.609 €

Año 3: 10.609 x 1,03 = 10.927,27 €

La fórmula es el método más idóneo cuando se trata de grandes cantidades.

 Capitalización continua: significa que en un año se pueden generar cantidades infinitas de intereses. Es decir, la acumulación se realiza continuamente en el tiempo establecido, por lo que se supone la reinversión de los intereses. Este sistema genera un mayor aumento del valor de capital que la capitalización compuesta.