Bienes

Cualquier cosa u objeto que siendo material o no, se considera objeto de derecho desde el punto de vista jurídico, adquiere la denominación de “bien”; del mismo modo, se amparan bajo el concepto aquellos que adquieren valor – regularmente de forma monetaria – al ser limitados o escasos.

¿Qué son exactamente los bienes?

Dentro del ámbito económico, se define bajo el término a cualquier elemento tangible o material cuya finalidad es la de satisfacer las necesidades un público específico, al que se tiene acceso de tres maneras: 

  • A través de una herencia
  • Por medio de una donación
  • Mediante una contraprestación

De todas estas vías, es la tercera la más común debido a que el usuario o interesado, tiene la posibilidad de adquirirlo a cambio de dinero u otra cosa de valor.

Principales características

La principal característica de los bienes es que tiene un valor, y este proviene de lo que cueste fabricarlos considerando desde los materiales, hasta el almacenamiento y transporte; de ello nace lo que se conoce como precio de adquisición. Del mismo modo: 

  • Son tangibles: diferenciándose de los servicios con los que comparte la finalidad de satisfacer las necesidades. 
  • Dan la impresión de que perduran en el tiempo: puesto que es posible disfrutarlos por un periodo más extenso desde su adquisición 

Sin embargo, los ahora enumerados son los aspectos que permiten que un bien sea considerado como tal desde la perspectiva económica:

  • Ser considerado útil o apetecible
  • Que su demanda supere la oferta
  • Muestra susceptibilidad a la valorización monetaria.

De ello se concluye que un bien económico es aquel producto que se concibe con una única intención, ser intercambiado en el mercado, ya que tienen utilidad concreta y valor. 

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Origen del concepto

El concepto de “bienes” data de tiempos primitivos, puesto que el hombre se valía de la caza y pesca para satisfacer sus necesidades  representando así la primera forma de bien mueble, que a diferencia del de tipo inmueble, no nace sino hasta la llegada del sedentarismo y se arraiga con la producción esclavista, sobre todo en el ámbito de las actividades vinculadas a la agricultura y minería. 

Propiedad inmueble y bienes muebles

Sin embargo, es en la sociedad feudal donde se encuentra la esencia de la propiedad inmueble, dejándole a la de tipo capitalista, el reconocimiento de los bienes muebles, surgiendo los primeros intercambios no solo de propiedades, sino de dinero, bonos, acciones y títulos de valor.

En lo que respecta a bienes de uso y consumo, el concepto no es reconocido hasta el asentamiento de la sociedad socialista al desaparecer la propiedad privada de los medios de producción y el comercio 

El reconocimiento oficial del concepto

Se considera que es durante la época de las XII tablas cuando los bienes muebles e inmuebles se reconocen oficialmente, utilizados por los romanos en el posclásico para aplicar a las cosas corporales. 

Del mismo modo, se hace presente en el derecho feudal durante tiempos medievales, donde la propiedad inmobiliaria adquiere un carácter prioritario y la tierra pasa a ser considerada elemento patrimonial y de riqueza.

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Tipos de bienes

La clasificación básica de los bienes se hace con base en tres factores clave: el nivel de transformación, la función que persigue y el acceso que se tiene a ellos, siendo los más comunes: 

Bienes de consumo

Este renglón, reúne a todos los bienes creados para satisfacer la demanda, por lo que su propósito directo es cumplir con las necesidades del consumidor que lo adquirirá; tal es el caso de los alimentos, el calzado y la ropa. Su punto diferencial respecto a otros tipos, es el de no perseguir la producción de bienes adicionales.

Bienes de capital

Se acuña bajo el término a los bienes que intervienen en la producción de productos destinados al consumo, indistintamente que sean utilizados por individuos o empresas. La principal característica de este tipo de bienes, es el hecho de ser indispensable para la creación de un nuevo bien.

Esta es la razón por la que igualmente se conoce como “bienes de producción”; ejemplos claro de ellos son las maquinarias, herramientas y equipos.

Bienes muebles

El tercer tipo de bien tiene como factor distintivo su movilidad, ya que es posible trasladarlos de un lugar a otro sin mayor dificultad; ejemplos de estos son un coche, un ordenador, cama o un refrigerador.

Bienes inmuebles

Mejor conocido como “bienes raíces” corresponde a aquellos que permanecen estáticos, o lo que es igual, no pueden cambiarse de lugar, incluyendo los artefactos o adornos que incorporen; muestra de ellos son las tierras, casas, edificios,  construcciones.

Bienes intermedios

La categoría es ocupada por todos aquellos viene que, de forma intermediaria, cumplen una utilidad estratégica en los procesos de producción que persiguen originar otro bien, sea capital o de consumo; de ahí que en el primer escenario un ejemplo serían las maquinarias, mientras que en el segundo los muebles.

Bienes sustitutivos

Estos bienes tienen la particularidad de competir por la satisfacción de las necesidades para las cuales fueron creados, ya que dependen directamente de los gustos o preferencias del usuario y/o consumidor; ejemplo claro de ellos es el transporte público, pues ofrece la posibilidad de elegir entre el bus o tranvía.

Bienes complementarios

Para finalizar, están los bienes que de forma regular, sirven para complementar a otro, por lo que normalmente son adquiridos de manera conjunta; un ejemplo sencillo es el café y el azúcar.